Si tu hijo llora al dejarlo en el colegio, no estás solo. Conoce estrategias efectivas para acompañarlo en esta tapa con cariño y confianza.
¿Por qué mi hijo llora al ir al colegio?
El llanto no siempre indica algo negativo. En los primeros años escolares, los niños están desarrollando habilidades para adaptarse a nuevas rutinas, ambientes y personas. La separación del entorno familiar puede provocar ansiedad por separación, una reacción normal en edades tempranas.
También influyen factores como:
- Un temperamento más sensible o apegado.
- Cambios recientes (mudanza, nuevo hermano, pérdida familiar).
- Falta de experiencia previa en entornos sociales.
Cómo ayudar a tu hijo si llora al dejarlo en el colegio
1. Mantén la calma y transmite seguridad
Tu actitud influye directamente en las emociones de tu hijo. Si te nota nervioso o inseguro, aumentará su ansiedad. Al momento de despedirse:
- Sonríe.
- Dile algo positivo.
- Hazlo breve y cariñoso.
Evita regresar una vez que te hayas ido y no minimices sus emociones con frases como "no llores". En su lugar, valida sus sentimientos: "Entiendo que estés triste, pero estarás bien y confío en que te divertirás".
2. Establece rutinas claras
Las rutinas brindan seguridad. Crea una secuencia matutina predecible: despertar, desayuno, vestirse y salida. Puedes incluir un ritual especial de despedida, como una frase o gesto.
3. Comunícate con los docentes
Habla con el personal educativo. Ellos pueden informarte sobre el comportamiento de tu hijo tras la despedida. En muchos casos, el llanto dura solo unos minutos. Solicita apoyo para que lo reciban con afecto y lo involucren en alguna actividad atractiva.
4. Fomenta su autonomía poco a poco
Fuera del colegio, bríndale oportunidades para relacionarse sin tu presencia: juegos en casa de amigos, talleres, visitas a familiares. Estas experiencias fortalecen su confianza.
5. Ten paciencia: es solo una etapa
La mayoría de los niños superan esta dificultad en pocas semanas. Cada uno tiene su ritmo. Acompaña a tu hijo con empatía, sin presionar, asegurándole que siempre estarás para él.
Conclusión
Que un niño llore al separarse de sus padres es completamente normal. Con empatía, constancia y estrategias adecuadas, esta situación puede transformarse en una oportunidad para fortalecer su autonomía, capacidad de adaptación y confianza en sí mismo.
