Motricidad fina: qué es y 10 actividades para estimularla en casa

¿Qué es la motricidad fina?

La motricidad fina es la capacidad que tenemos para coordinar los músculos pequeños del cuerpo, especialmente de manos y dedos, para realizar movimientos precisos. Esta habilidad permite a los niños ejecutar acciones como abotonarse la ropa, escribir, recortar, dibujar o armar rompecabezas.

Además de ser fundamental para el desarrollo de la autonomía infantil, la motricidad fina se relaciona con procesos como el pensamiento lógico, el lenguaje, la memoria y la concentración. Por eso, su estimulación desde casa es clave para un desarrollo integral.

¿Por qué es importante estimular la motricidad fina?

  • Autonomía personal: permite que el niño se vista, coma y manipule objetos por sí solo.
  • Preparación académica: es esencial para aprender a escribir, dibujar y realizar manualidades escolares.
  • Desarrollo cognitivo: activa funciones mentales como la atención, la planificación y la memoria.
  • Autoestima: al lograr tareas por sí mismos, los niños fortalecen su confianza.

¿Cómo apoyar la motricidad fina desde casa?

Materiales recomendados

Plastilina, papel, tijeras infantiles, pinceles, bloques de construcción, pinzas de ropa, cuentas grandes.

Actividades cotidianas útiles

  • Abrir y cerrar recipientes.
  • Abotonar y subir cierres.
  • Ayudar en tareas de cocina.

Consejos prácticos

  • Promueve la independencia: deja que intente vestirse o comer solo.
  • Crea espacios de juego libre: explorar y repetir movimientos es clave para aprender.
  • Celebra sus logros: valora sus avances, aunque sean pequeños.

10 actividades para estimular la motricidad fina en casa

1. Juegos con pinzas

  • Colgar ropa con pinzas.
  • Usar pinzas de cocina para trasladar pompones o cereales.

2. Jugar con plastilina

  • Hacer bolitas, churros o figuras.
  • Formar letras y su nombre con tiras de plastilina.

3. Trazos y dibujos

  • Pintar con crayones, lápices o pinceles.
  • Hacer caminos en zigzag o laberintos en papel.

4. Enhebrado de cuentas

  • Ensartar cuentas grandes en cordones.
  • “Coser” pasando lana por cartones agujereados.

5. Actividades en la cocina

  • Revolver mezclas, usar moldes de galletas, colocar frutas en brochetas.

6. Botones y cierres

  • Practicar con ropa vieja: abotonar, desabotonar, subir y bajar cierres.

7. Construcciones con bloques

  • Jugar con bloques, piezas grandes de Lego o rompecabezas sencillos.

8. Rompecabezas

Armar puzzles de diferentes tamaños y temáticas.

9. Juegos de rasgado y recorte

Rasgar papel con los dedos y usar tijeras infantiles para cortar.

10. Actividades sensoriales

Jugar con arroz, lentejas o arena para estimular la coordinación ojo–mano.

Recursos recomendados

Conclusión

La motricidad fina es la base para que los niños se vuelvan más autónomos, creativos y seguros de sí mismos. Desde casa, es posible estimularla con actividades simples, materiales accesibles y mucho juego. ¡Anímate a incorporar estas ideas en tu rutina y fortalece el desarrollo de tu hijo mientras se divierten juntos!

Motricidad fina, qué es y como estimularla en casa, te recomienda APDE Connections Cayalá
Motricidad fina

Autonomía y apego: acompañar a tu hijo en sus primeros pasos independientes

Fortalece su autonomía sin perder el vínculo afectivo

Es común escuchar a madres y padres decir: “Mi hijo no se separa de mí ni un segundo”. Esta situación, aunque desafiante, es completamente normal en la primera infancia. No significa que estés haciendo algo mal. Al contrario, la necesidad de cercanía es parte del desarrollo saludable.

Un apego seguro es la base emocional que le permitirá a tu hijo explorar el mundo con confianza. La autonomía infantil no significa desapego, sino darle el espacio para experimentar por sí mismo, sabiendo que siempre puede regresar a tu abrazo protector.

Estrategias para fomentar la autonomía infantil

En APDE Connections Cayalá trabajamos en conjunto con las familias para fortalecer la autonomía de los niños, sin perder el acompañamiento emocional. Aquí te compartimos algunas estrategias prácticas:

1. Conexión antes de la separación

Dedícale unos minutos de juego o contacto afectivo antes de dejarlo en otro espacio. Esta rutina fortalece el vínculo y le da seguridad para enfrentar el momento de separación.

2. Crea rituales de despedida

Una frase y un gesto repetidos (por ejemplo: “Te amo, vuelvo después de la merienda”) pueden convertirse en un ancla emocional. Los rituales de despedida ayudan a tu hijo a anticipar el regreso y reducir la ansiedad.

3. Aplica separaciones graduales

Empieza con ausencias breves y predecibles: “Voy al baño y regreso pronto”. A medida que se acostumbra, puedes ir aumentando el tiempo y la distancia.

4. Asigna pequeñas responsabilidades

Invítalo a llevar su botella de agua o guardar un juguete. Estas pequeñas tareas le dan sentido de logro y fomentan su independencia.

5. Ayúdalo a expresar sus emociones

Ponle palabras a lo que siente: “Te cuesta despedirte y yo estoy aquí para acompañarte. Estás seguro.” Nombrar las emociones valida su experiencia y le enseña a gestionarlas.

Tu calma es su ancla emocional

Recuerda que tu actitud es fundamental. Cuando respiras y transmites seguridad, tu hijo aprende a confiar no solo en ti, sino también en otros entornos como la escuela.

🚨 Si notas que las separaciones generan llanto inconsolable prolongado o interfieren significativamente en su vida diaria, es recomendable buscar orientación profesional.

En APDE Connections Cayalá, caminamos juntos

Creemos firmemente que familia y escuela caminamos de la mano. Nuestro objetivo es acompañar, dar estructura y celebrar cada pequeño logro de autonomía infantil. 💛

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📌 Guárdalo para los momentos difíciles o compártelo con otra familia que lo necesite. No estás sola, no estás solo: juntos construimos seguridad y confianza.

Más información y recursos en Save the Children.

Etiquetas: #AutonomíaInfantil #ApegoSeguro #PrimeraInfancia #FamiliaYEscuela #APDEConnectionsCayalá

¿Cómo ayudar a un niño tímido a socializar? Guía práctica para padres en 6 pasos

La timidez en la infancia es una etapa natural, especialmente entre los 4 y 6 años. Muchos niños tímidos prefieren observar antes de participar, se sienten inseguros en entornos nuevos o tardan más en integrarse. Como padres, podemos acompañarlos con amor y estrategias adecuadas para que desarrollen confianza y se relacionen de forma positiva.

¿Qué significa que un niño sea tímido?

Tener un hijo tímido no es motivo de preocupación. Un niño tímido no presenta necesariamente dificultades para socializar; simplemente necesita más tiempo o confianza para sentirse cómodo en grupo.

“Shyness is typical … a shy temperament isn’t always as socially valued as more outgoing personalities.” — APA :contentReference[oaicite:0]{index=0}

¿Cómo ayudar a un niño tímido a socializar desde casa?

A continuación, algunas estrategias sencillas y efectivas que puedes aplicar en el día a día:

1. Respeta su ritmo

No lo obligues a participar de inmediato. Permítele observar primero y unirse cuando se sienta seguro.

2. Refuerza sus logros

Celebra cada pequeño avance: responder un saludo, invitar a alguien a jugar o compartir una idea en voz alta.

3. Juegos de roles

Practiquen situaciones sociales en casa (como jugar a la tiendita o a la visita de un amigo). Esto le dará herramientas para desenvolverse mejor en la vida real.

4. Fomenta su autonomía

Permítele tomar pequeñas decisiones (qué ropa usar, qué juego elegir). Esto fortalece su autoconfianza y sentido de control.

5. Organiza encuentros en espacios seguros

Invita a uno o dos amigos a casa antes de exponerlo a grupos grandes. Esto lo ayudará a socializar sin sentirse abrumado.

6. Sé un buen ejemplo

Los niños aprenden observando. Si saludas con amabilidad y te relacionas con los demás de forma positiva, es más probable que él haga lo mismo.

¿Cómo apoyamos a los niños tímidos en el colegio?

En APDE Connections Cayalá promovemos un entorno inclusivo donde cada niño pueda expresarse a su manera. Fomentamos juegos cooperativos, actividades en parejas y espacios seguros de participación.

La colaboración entre escuela y familia es clave para que los niños tímidos se integren gradualmente y con seguridad, respetando siempre su individualidad.

Reflexión final: la timidez como fortaleza

La timidez infantil no debe corregirse, sino comprenderse. Con paciencia, amor y acompañamiento, tu hijo desarrollará la confianza necesaria para integrarse y construir relaciones sanas y felices.

¿Quieres más ideas sobre cómo ayudar a un niño tímido a socializar? Contáctanos o visita nuestras redes para seguir aprendiendo. ¡Estamos para acompañarte!

Ver más

  • American Psychological Association – podcast “Why are some kids shy?” APA
  • Estudio sobre relaciones entre timidez y emocionalidad en niños (PMC) PMC
  • Artículo “La intervención en competencia social en estudiantes” UOC Open Access
  • Investigación “Desarrollando las habilidades sociales desde la escuela” DSpace Palermo
  • Estudio “Come out and Play: Shyness in Childhood and the Benefits of Organized Sports Participation” ResearchGate
Cómo ayudar a un niño tímido

Rutinas con sentido y propósito en la primera infancia: claves para la vida familiar

Durante los primeros años de vida, los niños necesitan seguridad, amor y estructura para crecer sanos emocionalmente. En medio de las demandas diarias, las rutinas familiares bien pensadas son una herramienta poderosa para fortalecer el vínculo con los hijos, enseñar hábitos positivos y ayudarles a sentirse protegidos y confiados.

Las rutinas no solo organizan los horarios; también ofrecen a los niños un entorno predecible que les da calma. Cuando estas actividades cotidianas se viven con afecto y propósito, se convierten en momentos de conexión profunda.

Según la UNICEF, establecer rutinas es una de las formas más efectivas de transmitir seguridad y confianza en la primera infancia.

Beneficios de las rutinas en la primera infancia

  • Brindan seguridad y confianza.
  • Favorecen el desarrollo emocional.
  • Ayudan a establecer hábitos saludables.
  • Refuerzan el vínculo afectivo entre padres e hijos.

La Organización Mundial de la Salud destaca que los niños que crecen en entornos estables y afectivos logran un mejor desarrollo social y cognitivo.

Ideas prácticas para crear rutinas con propósito en casa

1. Conexión emocional al comenzar y terminar el día

Un beso, un abrazo, una canción o una frase especial por la mañana o antes de dormir da a los niños la seguridad que necesitan. Estos pequeños rituales fortalecen el apego y se convierten en recuerdos valiosos.

2. Incluir a los niños en las actividades cotidianas

Aunque sean pequeños, pueden participar en tareas como guardar juguetes, preparar una merienda sencilla o elegir la ropa del día. Esto los hace sentir capaces y parte importante de la familia.

La Academia Americana de Pediatría recomienda involucrar a los niños en tareas cotidianas de acuerdo con su edad, ya que refuerza la autoestima y fomenta la autonomía.

3. Dar sentido a cada momento

No se trata de imponer horarios estrictos, sino de aprovechar cada situación para enseñar con amor. Lavarse los dientes puede ser un juego, la hora del baño un momento de canciones y la comida una oportunidad para hablar de emociones.

4. Repetición con cariño

A los niños les encanta repetir actividades. Las rutinas predecibles, hechas con paciencia y calidez, fomentan la autonomía, el lenguaje y la regulación emocional. La repetición no aburre: brinda seguridad.

5. Flexibilidad con contención

Mantener un orden es importante, pero también lo es adaptarse. Habrá días distintos, pero lo esencial es que los niños siempre sientan la presencia amorosa y constante de los adultos que los cuidan.

El valor de lo simple en la vida familiar

Lo más importante en esta etapa no son las actividades extraordinarias, sino los momentos simples vividos con presencia. Leer un cuento antes de dormir, salir a pasear de la mano o escuchar cómo fue su día impacta de manera profunda en su desarrollo emocional y social.

Las rutinas con sentido no solo facilitan la vida diaria, también enseñan a los niños que la familia es un lugar donde se les quiere, se les cuida y se les escucha. Y cuando ese mensaje se repite cada día, los pequeños crecen sintiéndose seguros, valorados y profundamente amados.

La organización Save the Children subraya que la atención afectiva y la repetición de experiencias positivas en el hogar fortalecen el desarrollo integral de los niños.

Rutinas con propósito en la vida familiar

Jugando con los sentidos: actividades sensoriales sin pantallas, para jugar en casa

Durante la etapa preescolar, el juego no solo es una forma de entretenerse, sino una necesidad natural que impulsa el desarrollo integral de los niños. Jugando a través del juego sensorial, los pequeños descubren el mundo que los rodea usando sus sentidos, fortalecen su pensamiento, su lenguaje y su expresión emocional de manera activa y significativa.

Jugando con los sentidos en una época donde el uso de pantallas es tan común, es importante ofrecer espacios que promuevan la creatividad, el movimiento y el contacto directo con su entorno. A continuación, te compartimos 7 juegos sensoriales sin pantallas, fáciles de realizar en casa, con materiales accesibles y sin necesidad de tecnología.

1. Jugando con la caja misteriosa de texturas

  • Materiales: Una caja o bolsa opaca y objetos con diferentes texturas (esponja, cuchara, piedra, tela, pelota, etc.).
  • Cómo se juega: El niño mete la mano sin ver y toca un objeto. Intenta adivinar qué es y describe cómo se siente.
  • Beneficios: Estimula el tacto, la memoria y el lenguaje descriptivo.

2. Camino sensorial

  • Materiales: Cartón, papel burbuja, tapetes, algodón, papel lija, entre otros.
  • Cómo se juega: Se colocan los materiales en el suelo formando un camino. Los niños caminan descalzos y sienten cada textura.
  • Beneficios: Mejora la conciencia corporal, el equilibrio y la integración sensorial.

3. Pintura congelada

  • Materiales: Cubetera, agua con colorante, palitos de helado, hojas blancas.
  • Cómo se juega: Congela los cubitos de colores con los palitos. Al pintar, el hielo se derrite dejando trazos.
  • Beneficios: Favorece la coordinación mano-ojo, la creatividad y la observación.

4. Bolsitas o botellas sensoriales

  • Materiales: Bolsas con cierre o botellas transparentes, gel o aceite vegetal, agua, colorante y botones o pompones.
  • Cómo se juega: Llena y sella las bolsas o botellas. El niño puede presionar, mover y explorar con los dedos.
  • Beneficios: Estimula la motricidad fina, la concentración y la calma.

5. Búsqueda sensorial

  • Materiales: Caja con arroz, harina o frijoles, y pequeños objetos escondidos.
  • Cómo se juega: El niño busca con las manos los objetos. Puedes pedirle que los clasifique o encuentre cierta cantidad.
  • Beneficios: Desarrolla la atención, la discriminación visual y el pensamiento lógico.

6. Masa sensorial casera

  • Materiales: Harina, sal, agua, aceite, colorante vegetal o especias como canela o vainilla.
  • Cómo se juega: Se prepara la masa y el niño la amasa, estira, corta o moldea libremente.
  • Beneficios: Estimula el tacto, la creatividad, la motricidad fina y ayuda a relajarse.

Para una guía detallada sobre cómo preparar plastilina sensorial casera, visita First 5 California — Fun indoor activities to engage your child’s senses.

7. Aromas escondidos

  • Materiales: Recipientes pequeños o platitos, algodón y esencias como: vainilla, canela, limón, etc.
  • Cómo se juega: El niño huele cada frasco sin mirar e intenta adivinar el aroma.
  • Beneficios: Estimula el sentido del olfato, la memoria y el lenguaje descriptivo.

Beneficios de evitar las pantallas en la infancia

  • Promueve el lenguaje y el movimiento.
  • Estimula todos los sentidos.
  • Fomenta la autonomía y la imaginación.
  • Fortalece los vínculos familiares.

Cuando los niños tocan, prueban, mezclan, caminan y observan, construyen aprendizajes duraderos con todo su cuerpo y mente.

Conclusión: experiencias sencillas, aprendizajes profundos

No es necesario comprar juguetes caros. Lo más valioso es tu tiempo, tu voz y tu atención. Las experiencias sencillas, hechas con amor, son las que más impactan en el corazón y el desarrollo de tu hijo.

En APDE Connections Cayalá, creemos que jugar es aprender, y que los mejores aprendizajes nacen en la alegría y la conexión.

Jugando en APDE Connections Cayalá

Enseñar a los niños a compartir: consejos desde el desarrollo infantil

Enseñar a los niños a compartir: una habilidad que se aprende, no se impone

Compartir es una de las habilidades sociales más valoradas en la infancia, pero también una de las más incomprendidas. Muchos adultos esperan que los niños compartan de forma espontánea, sin considerar su etapa de desarrollo, emociones o necesidad de seguridad.

En nuestro colegio, acompañamos este proceso con respeto, comprensión y estrategias basadas en el desarrollo infantil.

Compartir no significa ceder todo el tiempo

Es común escuchar frases como “Dale tu juguete, no seas egoísta” o “Los niños buenos comparten”. Aunque bien intencionadas, estas expresiones pueden generar confusión. Compartir no debería ser una imposición, sino una habilidad que se desarrolla progresivamente.

El primer paso para enseñar a compartir es no obligar. Si forzamos a los niños, conseguimos el efecto contrario: lo ven como una obligación, no como un acto voluntario. En cambio, si respetamos su decisión y los guiamos con paciencia, les ayudamos a construir una relación saludable con la convivencia.

¿A qué edad comienzan a compartir los niños?

Antes de los 3 años

Los niños están en una etapa egocéntrica natural. No comprenden el punto de vista ajeno y lo «mío» cumple una función vital de seguridad. Como afirma Laura Estremera: “Con menos de tres años los niños no comparten, no porque sean egoístas, sino porque están en una etapa egocéntrica de su desarrollo, que es absolutamente normal y esperable”.

Entre los 3 y 5 años

Empiezan a entender turnos, a esperar y ofrecer objetos temporalmente. El juego en paralelo evoluciona hacia el juego compartido. Es una buena edad para introducir la idea de compartir, siempre con guía y expectativas realistas.

Desde los 6 años en adelante

Comprenden reglas sociales complejas, aumenta su empatía y sentido de justicia. Es una etapa propicia para fomentar una generosidad auténtica, no forzada.

Cómo enseñar a los niños a compartir desde casa o la escuela

  1. Modelar con el ejemplo: Los niños aprenden más por lo que observan. Si ven a los adultos compartir, turnarse y ser generosos, lo imitarán.
  2. Validar sus emociones: Nombrar lo que sienten y dar valor a sus emociones evita que se sientan ignorados o invadidos.
  3. Enseñar turnos: Frases como “Cuando termines, se lo puedes prestar” respetan el tiempo y la pertenencia. Estremera destaca que esto permite que ambos niños se sientan tenidos en cuenta.
  4. Establecer objetos no compartibles: Algunos juguetes especiales pueden reservarse solo para el niño. Esto genera seguridad emocional.
  5. Promover juegos cooperativos: Actividades donde todos ganan o colaboran normalizan el acto de compartir sin presión.

Conclusión: Compartir es un proceso que se acompaña

Compartir es importante, pero lo es más que los niños se sientan seguros, valorados y escuchados. Solo así el acto de compartir surgirá del deseo y no de la obligación.

🤔 Preguntas frecuentes sobre enseñar a los niños a compartir

¿A qué edad es normal que un niño empiece a compartir?

Es normal que antes de los 3 años los niños no compartan, ya que están en una etapa egocéntrica. A partir de los 3 a 5 años, comienzan a entender el concepto, pero aún requieren guía y paciencia. Desde los 6 años pueden compartir de manera más empática y voluntaria.

¿Está mal obligar a los niños a compartir?

Sí, obligar a compartir puede ser contraproducente. En lugar de aprender generosidad, los niños pueden sentir que no tienen control sobre sus pertenencias. Lo ideal es acompañar el proceso con respeto y enseñar el valor del turno y la colaboración.

¿Qué hago si mi hijo no quiere compartir?

Valida sus emociones, respeta sus tiempos y busca oportunidades para modelar el comportamiento. También puedes establecer algunos objetos como “no compartibles” para que el niño tenga un sentido de seguridad.

¿Cómo enseño a compartir sin crear conflictos?

Usa juegos cooperativos, fomenta el turno en lugar de la cesión forzada y sé un modelo positivo. Las rutinas y frases como “cuando termines, se lo puedes prestar” ayudan a evitar tensiones.

¿Por qué algunos niños comparten más fácilmente que otros?

Cada niño tiene su propio ritmo, temperamento y contexto familiar. Algunos son más sociables o han tenido más oportunidades de práctica en entornos compartidos como escuelas o hermanos.

Referencias

Juegos para enseñar inglés en casa: 6 actividades y rutinas divertidas para niños

Los juegos para enseñar inglés en casa y aprender un segundo idioma, puede ser una aventura tan emocionante como un viaje imaginario en barco pirata o una tarde construyendo castillos con cojines.
Los niños pequeños aprenden inglés con facilidad cuando lo viven como parte de su día: entre risas, canciones y momentos compartidos.

Juegos para enseñar inglés en casa:

En APDE Connections Cayalá, creemos que enseñar inglés en casa no tiene por qué sentirse como una lección rígida.
Al contrario, queremos que sea como un juego continuo, lleno de amor, paciencia y pequeñas sorpresas.
Aquí encontrarás juegos para enseñar inglés en casa fáciles y divertidos para que tus hijos aprendan casi sin darse cuenta.

1. Saludos matutinos en inglés: despertar con alegría

Imagina que tu hijo abre los ojos y lo primero que escucha es un alegre
“Good morning, sunshine!”. Este simple gesto arranca el día con una sonrisa
y, si lo repites cada mañana, se convertirá en una frase que reconocerá y responderá con naturalidad.

Prueba con otras frases cortas: “Time to get up!”, “Let’s brush your teeth.”
No importa si tu pronunciación no es perfecta; lo importante es que sean expresiones constantes y llenas de cariño.

2. Canciones mientras se alistan: la música como aliada

Si hay algo que a los niños les encanta, es cantar y bailar. Aprovecha esos minutos mientras se visten o recogen sus juguetes
para poner canciones en inglés. No solo aprenderán vocabulario y pronunciación, sino que también sentirán que el inglés es parte de la diversión.

Recomendaciones para empezar

  • If You’re Happy and You Know It (para moverse y reír).
  • Head, Shoulders, Knees and Toes (perfecta para aprender partes del cuerpo).
  • The Bath Song (ideal para la hora del baño).

Inventa gestos, pequeñas coreografías o cambia el nombre de algún personaje para hacerlo más personal.

3. Juegos con comandos: aprender mientras se mueven

El clásico Simon Says se transforma en una herramienta mágica. Con frases como
“Jump!”, “Touch your nose!” o “Clap your hands!”,
los niños aprenden sin darse cuenta, porque están ocupados riendo y saltando.

Para sumar diversión, inventa un personaje imaginario que “dé las órdenes” (un robot, un perrito, un extraterrestre)
y habla como él. ¡Verás cómo aumenta la motivación!

4. Hora de la comida bilingüe: sabores y palabras

La mesa también puede ser un salón de clases lleno de aromas y risas. Señala los objetos y alimentos mientras usas frases simples:

  • This is your spoon.
  • Do you want more milk?
  • Yummy banana!

Un truco: nombra siempre los mismos objetos de la misma manera, para que la asociación sea más rápida.
Puedes añadir una “rueda de preguntas” donde cada quien diga el nombre de lo que tiene en inglés antes de comerlo.

5. Cuentos antes de dormir: un abrazo en palabras

El momento de leer juntos antes de dormir es perfecto para introducir el inglés con calma.
No es necesario que todo el cuento sea en este idioma. Puedes leer una página en español y otra en inglés,
o solo señalar ilustraciones y decir su nombre.

Los cuentos con frases repetitivas o rimas son ideales. Así, tu hijo empezará a anticipar las palabras y a participar contigo.
Y lo más importante: asociará el inglés con un momento de ternura y cercanía.

6. La magia de la repetición amorosa

El aprendizaje real no viene de la perfección, sino de la constancia.
No pasa nada si a veces olvidas una palabra o si pronuncias distinto; tus hijos aprenden tanto del idioma como de tu actitud.

Cuando ven que tú también intentas, sienten que es seguro equivocarse y seguir probando.
Con repetición amorosa, las palabras van echando raíces.

Recursos para enseñar inglés en casa

  • YouTube: Super Simple Songs, Cocomelon.
  • Flashcards con imágenes para adivinar palabras.
  • Libros ilustrados y audiocuentos.
  • Juegos de memoria con vocabulario nuevo.

Conclusión

Aprender inglés en casa no tiene que ser una materia más,
sino un idioma que llega como llega el juego: de forma natural, divertida y compartida.
Con amor, paciencia y un poquito de imaginación, estarás regalando a tus hijos una habilidad para toda la vida.

¿Es bueno inscribir a los niños en clases deportivas?

¡Definitivamente sí! Muchos padres se preguntan si es buena idea inscribir a sus hijos en clases deportivas para niños o artísticas durante las tardes. ¿Será mucho para ellos? ¿Estarán cansados? ¿Vale la pena? La respuesta es clara: estas actividades no solo son divertidas, también son altamente beneficiosas para su desarrollo integral.

Beneficios de las clases deportivas para niños

En ExtraConnections, creemos que las tardes pueden convertirse en momentos mágicos para aprender, moverse y explorar nuevas habilidades. Por eso, ofrecemos una variedad de clases como:

  • Fútbol
  • Zumba Kids
  • Música
  • Book Club

Actividades diseñadas especialmente para que los niños disfruten, se expresen y desarrollen cuerpo y mente en un entorno seguro y estimulante.

Principales beneficios de las clases deportivas infantiles

1. Desarrollo físico

Actividades como el fútbol o la zumba mejoran el equilibrio, la fuerza, la coordinación y la conciencia corporal, fortaleciendo el desarrollo infantil a través del deporte.

2. Bienestar emocional

Bailar, tocar instrumentos o jugar en equipo les permite expresarse, liberar tensiones y ganar confianza. Las actividades extraescolares para niños son clave en su bienestar emocional.

3. Habilidades sociales

Interactuar con otros niños fuera del entorno escolar fomenta el trabajo en equipo, el respeto a las reglas y la resolución saludable de conflictos.

4. Hábitos saludables

Participar en actividades físicas desde pequeños promueve un estilo de vida activo que puede acompañarlos toda la vida. Las clases deportivas infantiles ayudan a consolidar estos hábitos desde temprana edad.

5. Autonomía y disciplina

Tener una rutina, seguir instrucciones y comprometerse con una clase semanal fortalece su sentido de responsabilidad.

La clave está en lo divertido

En ExtraConnections cuidamos que cada clase sea una experiencia divertida y motivadora. Queremos que los niños esperen con emoción cada tarde, descubran nuevos talentos y regresen a casa con una sonrisa y nuevas historias que contar.

¿Qué actividades ofrecemos en ExtraConnections?

  • Fútbol: mejora habilidades motoras, trabajo en equipo y coordinación. Una de las clases de fútbol para niños más completas.
  • Zumba Kids: ejercicio alegre y energético al ritmo de la música. Ideal para liberar energía y mejorar la coordinación.
  • Música: desarrollo del oído, la memoria y la creatividad a través del juego sonoro.
  • Book Club: fomento a la lectura y la imaginación con cuentos y juegos.

¡Contáctanos!

Si deseas más información sobre nuestros horarios, edades o inscripciones, escríbenos con confianza. Estamos aquí para ayudarte a encontrar la mejor opción para tu hijo o hija.

📍 Recuerda: nuestras actividades se realizan por la tarde, en un ambiente cálido y diseñado especialmente para los más pequeños.

ExtraConnections es más que clases… ¡es una experiencia de conexión, movimiento y alegría para tu hijo!

Desarrollo del lenguaje en preescolar: ¿Cómo ayuda el programa Heggerty?

Cuando pensamos en el proceso de aprender a leer, solemos imaginar a los niños reconociendo letras, formando palabras y comprendiendo textos. Sin embargo, antes de llegar a eso, es fundamental construir una base sólida desde los primeros años de vida: el desarrollo del lenguaje, especialmente mediante la conciencia fonológica.

Aquí es donde el programa Heggerty se convierte en un gran aliado durante la etapa preescolar.

¿Qué es la conciencia fonológica?

La conciencia fonológica es la habilidad que permite a los niños reconocer y manipular los sonidos del lenguaje oral. Incluye acciones como:

  • Identificar rimas
  • Separar palabras en sílabas
  • Reconocer sonidos iniciales o finales
  • Jugar con los fonemas

No se trata de leer letras, sino de escuchar y jugar con los sonidos del habla. Desarrollar esta habilidad desde temprana edad prepara a los niños para la lectura y escritura de forma natural y efectiva.

El programa Heggerty y su aporte al desarrollo del lenguaje

El programa Heggerty fue creado por Michael Heggerty, un educador que identificó la importancia de enseñar la conciencia fonológica de forma explícita, estructurada y divertida.

Este programa propone una rutina diaria de 10 a 12 minutos, en la que los niños participan en:

  • Juegos orales
  • Canciones y rimas
  • Repeticiones y actividades interactivas

No requiere materiales escritos ni pantallas, y se adapta fácilmente al aula o al hogar. Todo esto contribuye directamente al desarrollo del lenguaje desde la oralidad.

¿Cómo se aplica el programa Heggerty en preescolar?

En los niveles de educación inicial como pre-kínder y kínder, las actividades están diseñadas para:

  • Escuchar y producir rimas
  • Identificar sonidos iniciales y finales
  • Separar palabras en sílabas
  • Unir sonidos para formar palabras (ej. /s/ + /ol/ = sol)
  • Usar gestos para reforzar la memoria auditiva

Estas rutinas se realizan de manera grupal, repetitiva y lúdica, creando un ambiente de confianza donde los niños disfrutan aprender.

Beneficios del programa Heggerty para el desarrollo del lenguaje

Implementar este programa desde preescolar ofrece múltiples beneficios:

  • Mejora la capacidad auditiva y fonológica
  • Fortalece el vocabulario y la pronunciación
  • Prepara a los niños para leer y escribir con mayor facilidad
  • Estimula la comprensión oral y la expresión verbal

Todo esto sienta las bases del éxito académico futuro.

¿Cómo pueden apoyar las familias desde casa?

Aunque el programa Heggerty es implementado por docentes, madres y padres pueden reforzar el desarrollo del lenguaje con acciones cotidianas:

  • Cantar canciones con rimas
  • Jugar al “veo, veo” con sonidos iniciales («veo algo que empieza con /m/»)
  • Leer cuentos en voz alta y resaltar palabras que rimen
  • Aplaudir las sílabas de los nombres

Estas actividades, realizadas con constancia y cariño, refuerzan lo aprendido en el aula.

Conclusión

El desarrollo del lenguaje es clave en los primeros años de vida, y el programa Heggerty ofrece una estrategia efectiva, divertida y sencilla para fortalecer la conciencia fonológica en niños de preescolar. Con juegos, canciones y participación oral, convierte el aprendizaje en una experiencia significativa y alegre.

Porque cuando los niños juegan con los sonidos, aprenden a leer con el corazón y la mente bien abiertos.

Desarrollo del lenguaje aprenden dos pequeños niños, mientras ven un libro en Colegio APDE Connections Cayalá

¿Cómo hablar con tu hijo sobre Dios? Consejos para padres de niños de 2 a 6 años

Hablar con nuestros hijos sobre Dios puede parecer un gran reto, especialmente cuando son pequeños y están empezando a descubrir el mundo. Entre los 2 y 6 años, los niños están en una etapa llena de curiosidad, imaginación y asombro. Es el momento ideal para sembrar las bases de la espiritualidad de manera natural, amorosa y sencilla.

1. Habla desde el amor y la sencillez

Los niños pequeños entienden el mundo a través del afecto. Usa frases como: “Dios es amor” o “Dios nos cuida siempre”. No necesitan explicaciones complejas, solo palabras cargadas de cariño que les hagan sentir seguros.

2. Aprovecha los momentos cotidianos

No necesitas una conversación formal para hablar de Dios. Puedes hacerlo al caminar juntos, al observar la naturaleza, al agradecer la comida o antes de dormir. Por ejemplo: “Mira qué hermoso el cielo… Dios lo creó” o “Vamos a darle gracias a Dios por este día tan bonito”.

3. Responde con calma sus preguntas

Es normal que los niños pregunten: “¿Dónde vive Dios?” o “¿Por qué no lo podemos ver?”. Puedes responder con sinceridad: “Dios no se ve con los ojos, pero lo sentimos en el corazón”. Lo importante es que sientan libertad para hablar contigo sobre sus pensamientos y emociones.

Habla con palabras sencillas y enfoque en el amor

Jesús murió en la cruz porque nos ama mucho. Quería enseñarnos lo importante que es amar, incluso cuando es difícil. Pero no se quedó muerto: resucitó y ahora está vivo, siempre con nosotros.

Usa imágenes positivas

Si tu hijo se inquieta con el crucifijo, muéstrale otras representaciones de Jesús:

  • Jesús resucitado y sonriente
  • Jesús con niños
  • Jesús sanando, ayudando o enseñando

4. Utiliza cuentos, canciones y dibujos

Los recursos visuales y auditivos son muy eficaces a esta edad. Existen cuentos infantiles sobre Dios, la creación y valores como el amor, la bondad y el perdón. Puedes cantar canciones sencillas o invitar a tu hijo a dibujar cómo imagina a Dios.

Recurso recomendado:
🎧 Podcast «GodCast Kids» con ideas y explicaciones para niños: Escúchalo aquí

5. Enseña con el ejemplo

Los niños aprenden observando. Si te ven rezar, agradecer, actuar con compasión o perdonar, entenderán que la fe se refleja en nuestras acciones cotidianas. Tu seguridad, alegría y confianza en Dios les transmitirán un ejemplo vivo de espiritualidad.

6. Respeta su ritmo y forma de entender

Cada niño tiene su propio proceso espiritual. Algunos se interesan más que otros, y eso está bien. Acompáñalos con respeto, sin imponer ni forzar, y estar disponible cuando surja su curiosidad.

Conclusión

Hablar sobre Dios con tu hijo no requiere fórmulas exactas, sino un corazón abierto, paciencia y autenticidad. Lo más valioso que puedes ofrecerle es una experiencia de fe basada en el amor, el respeto y la conexión con lo sagrado en lo cotidiano.

Sembrar la espiritualidad desde pequeños no es llenarles de conceptos, sino ayudarles a descubrir que están rodeados de amor, y que ese amor tiene un nombre, un sentido, y puede acompañarlos siempre.