Los berrinches son una etapa normal en el desarrollo infantil y suelen ser una forma en que los niños expresan sus emociones cuando aún no tienen las palabras o habilidades necesarias para manejarlas. Como padres, puede ser frustrante enfrentarlos, pero con las estrategias adecuadas, podemos ayudar a nuestros hijos a regular sus emociones y fortalecer su inteligencia emocional.
¿Por qué los niños hacen berrinches?
Los berrinches suelen aparecer entre los 12 meses y los 4 años de edad, cuando los niños empiezan a descubrir su independencia, pero aún no saben manejar la frustración. Entre las causas más comunes se encuentran:
- Necesidad de atención: a veces, los niños hacen berrinches para captar la atención de sus padres o cuidadores.
- Frustración: no poder comunicarse de manera efectiva puede generar enojo en los niños pequeños.
- Cansancio o hambre: un niño con sueño o hambre es más propenso a perder el control emocional.
- Necesidad de autonomía: los niños quieren hacer las cosas por sí mismos, pero pueden frustrarse cuando no lo logran.
En APDE Connections Cayalá, entendemos que la educación emocional es clave en el desarrollo infantil. Nuestros programas educativos fomentan el aprendizaje socioemocional para ayudar a los niños a expresar y gestionar sus emociones de manera saludable.
Estrategias para manejar los berrinches
Si tu hijo hace berrinches con frecuencia, aplicar las siguientes estrategias puede ayudarte a gestionarlos de manera efectiva:
1. Mantén la calma
Tu reacción influye en la respuesta de tu hijo. Si gritas o te muestras frustrado, es más probable que el berrinche empeore. En cambio, hablar con un tono tranquilo puede ayudar a calmar la situación.
2. Valida sus emociones
Frases como “Entiendo que estás enojado” o “Sé que esto te frustra” ayudan a que el niño se sienta comprendido. La validación emocional le permite reconocer sus sentimientos sin sentirse juzgado.
3. Enséñale a expresar sus emociones con palabras
Los niños pequeños aún están aprendiendo a comunicarse. Puedes ayudar a tu hijo dándole herramientas para expresar lo que siente, como:
- "Veo que estás enojado, ¿quieres contarme qué pasa?"
- "Si estás frustrado, puedes decirlo en lugar de gritar."
4. Anticípate a los detonantes
Si los berrinches ocurren con frecuencia cuando tu hijo tiene hambre o sueño, intenta establecer una rutina que minimice estos factores. Ten refrigerios saludables a la mano y asegúrate de que duerma lo suficiente.
5. Usa opciones en lugar de órdenes
Los niños pequeños buscan independencia. En lugar de decir: “Ponte la chaqueta”, prueba con “¿Quieres ponerte la chaqueta azul o la roja?”. Esto le da la sensación de control y reduce la resistencia.
6. Ignora el berrinche cuando sea necesario
Si el berrinche es un intento de manipulación (por ejemplo, porque quiere un dulce en el supermercado), lo mejor es no reforzarlo con atención. Mantente firme en tu decisión sin discutir ni ceder.
7. Refuerza el comportamiento positivo
Cuando tu hijo logre calmarse sin hacer un berrinche, felicítalo con frases como: “Me encanta cómo me pediste ayuda en lugar de gritar.” Esto refuerza la idea de que expresar emociones de manera adecuada tiene resultados positivos.
¿Cuándo preocuparse por los berrinches?
Si bien los berrinches son normales, en algunos casos pueden ser señal de que el niño necesita apoyo adicional. Debes consultar con un especialista si:
- Los berrinches son muy frecuentes e intensos.
- Duran más de 15 minutos de forma regular.
- Tu hijo se lastima a sí mismo o a otros durante los berrinches.
- No logra calmarse con ninguna estrategia.
El apoyo profesional, como el que ofrecen especialistas en desarrollo infantil, puede ser clave para entender mejor la situación. La Academia Americana de Pediatría ofrece información útil sobre el manejo de las emociones en la infancia.
La importancia de la educación emocional en los niños
Ayudar a los niños a regular sus emociones desde una edad temprana les brinda herramientas valiosas para su vida futura. La educación emocional no solo reduce los berrinches, sino que también mejora la autoestima, la empatía y las habilidades sociales.
En APDE Connections Cayalá, promovemos un enfoque educativo basado en el desarrollo integral, donde la inteligencia emocional es una prioridad. A través de estrategias innovadoras y un ambiente seguro, ayudamos a los niños a comprender y manejar sus emociones de manera positiva.
Los berrinches pueden ser desafiantes, pero son una oportunidad para enseñar a nuestros hijos cómo gestionar sus emociones. Con paciencia, empatía y estrategias adecuadas, podemos guiarlos hacia un mejor manejo de la frustración y la comunicación.
Si te interesa conocer más sobre cómo fomentar la inteligencia emocional en tu hijo, te invitamos a descubrir los programas de APDE Connections Cayalá, donde trabajamos en conjunto con las familias para el desarrollo integral de los niños.